This post is also available in: English (Inglés)
El viento siempre anuncia la llegada del otoño en la Ribera de Duero. Esta zona privilegiada de Castilla y León aún atesora en octubre tardes cálidas y mañanas deliciosamente frescas. Pero es esa brisa que se levanta al atardecer la que nos advierte de la llegada del frío. Y las vides lo notan. El otoño en esta zona es un momento casi mágico en el que descubrir nuevos paisajes y la belleza de los tonos ocres, granates y marrones. Un mundo por descubrir en Bodegas Arzuaga.
Octubre invita a relajarnos entre el viñedo cambiante, que poco a poco perderá sus hojas, pero aún nos brinda un espectáculo inigualable. El calor de la tarde todavía nos permite pasear por la Finca La Planta para observar de cerca los ciervos y jabalíes que viven uno de sus momentos de plenitud. Una experiencia que no se olvida fácilmente.
Porque en medio de tanta belleza se está produciendo un proceso vital para la vid. Desde que empezara la floración hemos vivido el crecimiento y el desarrollo del viñedo, con los pequeños brotes primeros, con el intenso color esmeralda de las hojas en primavera y con la maduración de las uvas en verano. Un proceso que sigue en otoño. La vid es una planta caduca y, por lo tanto, sus hojas van a cambiar de color para luego caerse. Eso sí, hasta que eso suceda nos van a ofrecer uno de los espectáculos más increíbles de esta época del año.
Todo ocurre lejos de nuestros ojos. La clorofila, culpable de ese vibrante tono verde en primavera y verano, va a desaparecer debido a las condiciones medioambientales. La planta va a dejar de producirla y, por lo tanto, los ocres y marrones van a alzarse como los grandes protagonistas de la estación. Ellos asumirán la belleza del paisaje hasta que la entrada del invierno haga desaparecer las hojas y deje la vid totalmente desnuda.
Pero esas ya es otra historia. Ahora, en este mes de octubre, queremos invitarte a que conozcas uno de los momentos más hermosos para hacer enoturismo. El vino duerme ya en nuestra bodega, los viñedos de nuestra finca lucen todas las tonalidades ocres y rojas posibles y el tiempo aún acompaña en esta zona de la Ribera del Duero. Así que tienes que venir a conocer Bodegas Arzuaga, alojarte con nosotros, descubrir nuestros vinos y dejarte atrapar por el delicado atractivo del otoño en el viñedo.