En Bodegas Arzuaga siempre hemos apostado por vinos de alta calidad, vinos especiales, con una fuerte personalidad. Y para ello necesitamos diferentes viñedos, distintas fincas en las que plantar nuestras vides. Hoy queremos que nos acompañéis en nuestro paseo por Finca La Quemada de la mano de Jorge Sánchez, responsable del viñedo de Bodegas Arzuaga.
“Nos encontramos en el término municipal de Olivares de Duero, en una finca que se llama La Quemada, donde hemos hecho las últimas plantaciones de Bodegas Arzuaga. Aquí vamos a encontrar un viñedo más joven, en una formación en vaso. Si nos acercamos a las vides podemos ver como el tronco es bastante más delgado que en otros viñedos de la bodega. Los brazos se encuentran en formación, estamos formando, de momento nos encontramos con 2 o 3 cabezas, 2 o 3 brazos”, nos cuenta Jorge Sánchez, que también nos va a explicar la importancia que tiene el suelo en esta finca.
“El suelo de esta finca tiene una particularidad, ya que está situado en la falda de una montaña. A lo largo de todo el viñedo nos vamos a encontrar siete tipos de suelo. Podemos ver en la parte de arriba como está compuesto por unas gredas; luego está la parte más naranja, que son unas arcillas; y posteriormente nos encontramos un suelo más blanquecino, que corresponde con el canto calizo. Y si escarbamos un poco vamos a ver aparecer las arenas. Hay que tener en cuenta que no son terrenos que se compacten fácilmente, son terrenos que drenan muy bien”, nos cuenta para pasar a desarrollar qué aporta este suelo a la uva.
El exceso de agua de la zona es un terreno ligero, es una singularidad que aporta algo diferente en cada zona. Es un tipo de uva un poco distinta, ya que la particularidad del suelo aporta matices diferentes, aporta texturas diferentes”, finaliza Jorge Sánchez.
Esperamos que este paseo por Finca La Quemada te haya ayudado a comprender mejor cómo nacen los vinos de Bodegas Arzuaga y puedas compartirlo cuando descorches una de nuestras botellas. Porque en la bodega cuidamos cada detalle desde el comienzo. Cuando decidimos plantar vides, analizamos el presente y el futuro, lo que tenemos y lo que queremos para que cada uno de nuestros vinos tenga alma, una personalidad propia dentro del universo Arzuaga. Y eso es lo que hemos conseguido en Finca La Quemada.