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El “lloro de la vid” es un fenómeno natural que marca el inicio del ciclo vegetativo de la vid y simboliza el renacer de la planta tras el letargo invernal. En Bodegas Arzuaga, ubicadas en la prestigiosa Denominación de Origen Ribera del Duero, este proceso es un indicador del despertar de los viñedos que dan vida a sus afamados vinos.
A finales del invierno y principios de la primavera, cuando las temperaturas comienzan a subir y la savia vuelve a fluir por los vasos conductores de la vid, se produce el lloro. Esto ocurre después de la poda, cuando la planta libera gotas de savia a través de los cortes realizados en sus sarmientos. Estas lágrimas, que parecen perlas cristalinas brillando al sol, son señal de que la vid está viva y preparándose para brotar.
En Bodegas Arzuaga, donde la viticultura es un arte que se combina con el respeto por la naturaleza, este fenómeno es recibido con gran entusiasmo. Sus viñedos, situados en una de las zonas más privilegiadas de la Ribera del Duero, experimentan el lloro de la vid como un preludio de lo que será la próxima cosecha. Este proceso es crucial, ya que indica la reactivación de la planta y el inicio de su crecimiento anual, que culminará en la vendimia y en la elaboración de vinos de gran calidad.
La finca La Planta, propiedad de Arzuaga, es un enclave donde la vid convive con la fauna y la flora autóctonas, favoreciendo un equilibrio ecológico que influye en la calidad de la uva. La combinación de suelos calcáreos, el clima extremo de la Ribera del Duero y la meticulosa atención a cada fase del cultivo garantizan que el lloro de la vid sea el primer paso hacia la producción de vinos elegantes y con gran personalidad.
Este momento es también un símbolo de paciencia y tradición en la viticultura. Cada lágrima derramada es testigo del esfuerzo y el tiempo que requiere la elaboración de un buen vino. En Bodegas Arzuaga, el lloro de la vid no solo anuncia una nueva cosecha, sino que representa el compromiso con la excelencia y la pasión por la tierra, valores que se reflejan en cada botella que sale de su bodega. Así que si quieres ver como lloran las vides de Bodegas Arzuaga, no tienes más que venir y pasear por nuestros viñedos. Vas a poder contemplar un fenómeno que marca el comienzo de un nuevo ciclo.