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En Bodegas Arzuaga estamos de celebración. Y es que ya podemos probar la nueva añada de Amaya Arzuaga, un vino muy moderno y versátil. Después de 19 meses en barricas de roble francés y del merecido descanso en botella, ha llegado el momento de que el Amaya Arzuaga se vista de largo y salga para hacer sonreír a los amantes del vino.
Como ya es habitual en este vino, la propia Amaya Arzuaga ha vestido la etiqueta de esta nueva añada, que, como la moda que caracteriza a la diseñadora, es un vestido fresco, negro -como no podía ser de otra manera- y muy estructurado. Un par de zapatos negros completan un conjunto que es solo la puerta de entrada a un vino especial, hecho con todo el cariño y el saber hacer de Bodegas Arzuaga.
Si empezamos por el principio, debemos viajar hasta los viñedos casi centenarios que Bodegas Arzuaga tiene en el corazón de la Ribera del Duero. Allí crecen, rodeados de encinas y pinos, las vides sobre terrenos calizos, pedregosos y arcillosos. La versatilidad del terruño refleja la pasión de la familia Arzuaga Navarro por la naturaleza y por la personalidad que aportan los suelos de su finca. Elaborado con tempranillo y albillo mayor, los racimos, que conservan el raspón, descansan en una cuba de roble francés, donde tiene lugar la fermentación. La complejidad aromática de este vino le llegará después de esos 19 meses en barrica de roble francés.
El resultado es increíble, un contrapunto tan interesante como sabroso en boca. En nariz es complejo, con aromas florales con los auténticos matices del tempranillo de la Ribera del Duero. Es un tinto para disfrutar en compañía, disfrutar desde la primera copa hasta la última gota. Porque en boca es elegante y profundo, con un gran equilibrio que invita a seguir bebiendo. Complejo y con volumen, deja sensaciones untosas y aterciopeladas. Es un vino perfecto para celebrar la vida.
Con ese punto rebelde que le caracteriza, este Amaya Arzuaga 2017 marida a la perfección con los grandes clásicos, como el lechazo asado, pero también con la audacia en la cocina. Es perfecto para apostar por unas carrilleras con regaliz y parmentier de patata o para sumergirse en la cocida asiática y disfrutarlo acompañado de un ramen potente o de las increíbles sopas pho vietnamitas. O de untosos tacos de cochinita pibil, tan típicos de la cocina mexicana.
Desde Bodegas Arzuaga solo nos queda invitaros a probarlo y a disfrutarlo. Lo tenéis ya disponible en nuestra web: https://tienda.arzuaganavarro.com/producto/amaya-arzuaga/