Si aún crees que el chardonnay solo se elabora en Francia, aún no has probado nuestro Pago Mota 2023, el hermano pequeño de Pago Florentino. Un blanco único con todo el espíritu de Bodegas Arzuaga. Y nadie mejor que Nacho Arzuaga, CEO de nuestra bodega, para acompañarnos por una cata de este chardonnay tan especial.
“Es el vino de verano de nuestra bodega de pago de Ciudad Real. Un vino 100% de la variedad chardonnay fermentado sobre sus lías, sin envejecer, buscando ese punto cítrico, ese punto fresco, ese punto veraniego, un vino muy de verano y un vino para disfrutar con una comida relajada o para acompañar el aperitivo”. Con estas palabras de Nacho Arzuaga damos nuestros primeros pasos por el Pago Mota 2023, que en sus propias palabras es un vino “fresco, alegre, con paso fácil por la boca, pero muy representativo de lo que es la variedad reina del vino blanco, la uva chardonnay”.
Hay que recordar que esta uva crece en vides a elevadas altitudes en plena región de la Mancha, donde el viñedo se trabaja de manera tradicional con rendimientos muy bajos. Además, se vendimia a mano en su punto óptimo de maduración en cajas de 15 Kg. Los racimos pasan por una mesa de selección y posteriormente son prensados de forma muy ligera y lenta, manteniendo la uva fresca. La fermentación alcohólica se realiza en barrica de roble nuevo con ligero batonage y un solo trasiego para preservar la elegancia del vino.
Ya metidos de lleno en la cata nos surge una duda: ¿de dónde viene el nombre? Nos contesta Nacho Arzuaga: “El nombre Pago Mota viene de un recuerdo de la infancia de mi padre. Él recordaba este pequeño pajarito que vemos en la etiqueta que le llamaban mota y de ahí nació el vino”. Y es que en Bodegas Arzuaga el pasado y el presente se entrelazan en cada vino y en cada paso.
Cuando abramos un Pago Mota nos vamos a encontrar una nariz limpia e intensa, con gran expresividad. Nos van a llegar aromas de carácter tropical como la piña y el plátano, acompañados de cítricos y fruta blanca. A medida que se va abriendo aparecen los aromas terciarios de su breve paso por barrica, con los toques ahumados y los propios de las levaduras.
Ya en la copa vamos a sentir intensos sabores frutales y equilibrada acidez, lo que hace que el paso de boca de este vino sea fresco, suave y untuoso. Una delicia para disfrutar ahora que aún es verano.
Es innegable que la Ribera del Duero es una zona excepcional para el cultivo de la vid. Y lo es por diferentes razones: extensión, terruño, clima… En esta ocasión, queremos hablaros de una característica muy especial de esta zona en la que nos encontramos: la diferencia de temperaturas que alcanza y que otorga a la vid de un proceso de maduración muy particular.