El verano es una época de descanso y vacaciones para muchos, pero no en el viñedo, ni en Bodegas Arzuaga Durante estos meses, las vides y las uvas cambian casi cada día y hay que cuidar cada detalle para poder celebrar luego la cosecha. Y es un momento perfecto para que os acerquéis para conocer más de cerca nuestra bodega, nuestros vinos y todo el trabajo que hacemos antes de que llegue la vendimia.
Porque ya se pueden apreciar los cambios en los racimos a medida que pasan los días. El verde nos acompaña desde hace meses en el viñedo, acaparando todo el protagonismo. Desde que asomaran los primeros brotes en primavera, las hojas han poblado la vid, dotándola de vida y tiñendo toda la bodega de un verde esmeralda que refleja con los rayos de sol. Y, si nos seguís habitualmente, sabéis que entre mayo y junio vivimos el nacimiento de los primeros racimos, que, minúsculos, se desperezaban en nuestros viñedos.
Ahora ya han crecido y empiezan a mostrar su fuerza antes de que el envero les haga abandonar el verde para ir adquiriendo esa tonalidad negra azulada tan característica de la uva tempranillo. Es un momento maravilloso para caminar por el viñedo y descubrir toda la vida que en él se guarda. Se puede pasear entre las vides y notar el olor fresco del atardecer, cuando el sol se pone en la milla de oro de la Ribera del Duero. Porque julio es uno de los meses mágicos en nuestra bodega y en nuestro viñedo, que muestra ya los racimos cuajados. Estamos inmersos en el camino a la vendimia y como en toda la vida, aunque importa el final, hay que disfrutar el recorrido. Porque son días de mucho trabajo en el viñedo, midiendo al milímetro para que todo esté preparado para el crecimiento de esas uvas que ahora brillan en las vides.
Estas próximas semanas van a producirse muchos cambios en los viñedos de Bodegas Arzuaga. Y deberías venir a verlos de cerca para vivir un verano muy especial. Te esperamos en nuestra bodega para compartir contigo un pedacito de nuestra historia y de nuestro futuro. Porque en Bodegas Arzuaga podrás disfrutar del mejor enoturismo del mundo, con la posibilidad de ver muflones y jabalíes en nuestra finca, desconectar en nuestra nueva piscina exterior, paladear la mejor gastronomía de la zona y descubrir que el camino a la vendimia es mucho más que vino.