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Estás en casa en una cena con amigos y decides abrir un vino de Bodegas Arzuaga. Descorchas la botella con cuidado, dejas que respire y, luego, viertes con cariño el vino en las copas. Este simple gesto que hacemos con tanta normalidad esconde detrás de horas de trabajo en la bodega y guarda también el mimo que ponemos en cada paso de la elaboración de ese vino con el que has decidido agasajar a tus amigos. Cada momento es importante, pero en estos inviernos tan fríos de la Ribera del Duero, la poda es el primer paso para obtener vinos de calidad. Seguro que ya has oído hablar de la importancia que tiene, pero desde estas líneas queremos enseñarte todo lo que supone para Bodegas Arzuaga.
Porque en nuestra bodega queremos resumir el espíritu de la Ribera del Duero y sabemos que en viticultura hay una norma de oro: la calidad no es lo mismo que la cantidad. Si tienes la cantidad justa de uvas en la vid tendrás una gran calidad en los vinos porque vas a conseguir una buena maduración de la uva, un buen tanino, una uva típica de la Ribera del Duero con la que luego elaboramos nuestros Crianzas, Reservas y Gran Reserva. Y el primer paso para conseguirlo es la poda. Vamos a necesitar una buena distribución de los racimos para que la uva esté sana y nos dé la calidad que necesitamos en Bodegas Arzuaga.
Normalmente la poda empieza cuando ya han caído las primeras heladas, aunque se puede comenzar a podar si la viña ha perdido totalmente la hoja. Es el momento en el que la vid entra en parada vegetativa, está dormida ya que ha bajado todas las reservas hacia las raíces, por lo que no hacemos daño en la planta y podemos empezar a podar. Porque el primer paso para obtener vinos de calidad está en el campo.
Son muchos los detalles que hay que tener en cuenta durante esta época. Es fundamental evitar que la brotación de la viña coincida con un momento de heladas o temperaturas muy bajas. Es importante que tras la poda suba la temperatura del suelo para que en los meses posteriores las viñas puedan brotar por esas yemas que hemos dejado.
Este proceso ancestral nos conecta con la tradición de esta tierra que aúna la Ribera del Duero. Y con ella preparamos todo el proceso que vendrá después para que tú puedas descorchar esa botella de Arzuaga para disfrutarla con quién quieras.