Con la llegada de la primavera, Arzuaga consigue potenciar y dotar de matices diferentes a sus experiencias turísticas y enológicas, con unos rayos de sol que son más constantes a lo largo del día y que tiñen de color los viñedos que nos rodean.
El viñedo como uno de los grandes protagonistas
Desde hace más de tres décadas, en Arzuaga podemos disfrutar de un espectáculo natural del que en muy pocos sitios pueden presumir. Cada año, tenemos la suerte de poder contemplar un cambio radical en la paleta cromática que pinta nuestros viñedos a voluntad de la primavera.
Pese a que cada estación tiene sus peculiaridades y se distingue del resto con unos detalles que dotan a Bodegas Arzuaga de un carácter diferente dependiendo de la época del año, siempre resulta reconfortante regresar a este periodo que les devuelve un aspecto vivo, atractivo y variado a nuestros campos.
Esto no quiero decir que el invierno y la temporada otoñal hagan de menos a estas tierras, pero hay que reconocer que el carisma primaveral es muy difícil de igualar.
Qué mejor observatorio para contemplar el paisaje que nuestro SPA
Como ya hemos comentado, resulta espectacular contemplar la belleza de nuestros viñedos y sus destacables cambios de color de carácter camaleónico. Pasear entre los primeros racimos, tallos y hojas que brotan bajo el cálido sol, que ahora sí podemos disfrutar durante todo el día, es un plan que no te puedes perder si nos visitas.
Pero también contamos con otras alternativas que permiten observar el terreno de una manera un tanto diferente. Una sesión de relajación en nuestro SPA, con vistos a todo el paisaje que rodea nuestras instalaciones, es una idea que no suele disgustar a los huéspedes.
Llega la primavera, y con ella una labor clave: la poda en verde
Si hablamos de primavera en Bodegas Arzuaga, no solo podemos quedarnos en las comodidades que ofrecemos y los lujos visuales que nos brinda el paisaje. Esta estación trae consigo una de las etapas más importantes en el cuidado de nuestros viñedos para terminar obteniendo unas uvas y, por tanto, unos vinos de la más alta calidad, seña de identidad de nuestra bodega. Y es que la poda en verde, y su proceso de eliminación de brotes que no serán utilizados en el futuro, resulta clave en la calidad de los futuros viñedos.