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En los últimos años el proyecto de Arzuaga que comenzó hace más de treinta años no ha dejado de evolucionar. Hemos añadido nuevas actividades y opciones a nuestra oferta enoturística, convirtiéndola así en la más completa de España. Así, todos aquellos que se acercan a nuestra casa, en Quintanilla de Onésimo, pueden disfrutar de la gastronomía tradicional, de la cocina de vanguardia, de la fauna y la flora de nuestra finca La Planta, del relax de un maravilloso SPA entre viñedos o del confort de nuestro hotel cinco estrellas. Pero en Arzuaga tenemos claro que todo comenzó con el viñedo y que nuestros vinos, esos que nos definen nacional e internacionalmente, son el resultado del cuidado de las viñas durante todo el año. Por eso, a través de nuestras redes sociales y de nuestro blog, compartimos con vosotros algunos de los momentos más importantes de los que vivimos en las diferentes estaciones durante el ciclo de la vid.
Otoño en el viñedo. La caída de la hoja.
El otoño en esta zona es un momento casi mágico en el que descubrir nuevos paisajes y la belleza de los tonos ocres, granates y marrones. Octubre invita a relajarnos entre el viñedo cambiante, que poco a poco perderá sus hojas, pero aún nos brinda un espectáculo inigualable. La vid es una planta caduca y, por lo tanto, sus hojas van a cambiar de color para luego caerse. Eso sí, hasta que eso suceda nos van a ofrecer uno de los espectáculos más increíbles de esta época del año.
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Invierno en el viñedo. La Poda
Durante el invierno tiene lugar uno de los procesos más importan tes del viñedo: la poda. El punto idóneo para llevar a cabo la poda es precisamente cuando la planta está en parada vegetativa, con las reservas en la raíz, aunque ya quedé poco para que la savia empiece a recorrerla de nuevo, ya que en ese momento no sufrirá con los cortes. Pero, ¿en qué consiste la poda? La poda es una práctica por la que cortaremos los sarmientos de la planta dejando únicamente las yemas necesarias para garantizar una buena distribución de los viñedos, teniendo en cuenta tanto su aireación una vez que crezcan como la carga que dejaremos a la planta. En este sentido, en Arzuaga primamos la calidad y realizamos una poda corta, buscando que los racimos no se toquen entre sí. Para ello, es fundamental calcular el número de yemas que se dejan en cada brazo de la planta. De eso dependerá que los racimos crezcan bien aireados, sin chocarse, y que completen una correcta maduración.
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Primavera en el viñedo. La floración.
Cuando llega la primavera, la savia abandona las raíces y comienza a recorrer de nuevo la planta, extendiéndose por su tronco y llegando a los sarmientos que han permanecido tras la poda. Por todo ello, es posiblemente la estación que más fenómenos lleva asociados con ella en la viña. Cuando finaliza el lloro de la vid, los cortes comienzan a sellarse y las yemas restantes en cada sarmiento empiezan a cubrirse de una sustancia algodonosa. Estamos a las puertas de la brotación. Por este proceso comienzan a aparecer los primeros brotes verdes, esos que nos anuncian el inicio de un nuevo ciclo. Tras la brotación, unas semanas más tarde, asistiremos a uno de los momentos más desconocidos y más bellos del ciclo de la vid: la floración. La flor será fecundada más adelante y se llegará a convertir, meses después, en el fruto que se recogerá durante la vendimia, en la uva con la que elaboraremos una nueva añada de nuestros vinos.
Verano en el viñedo. Color y vendimia
En el mes de agosto la viña vive un momento de riqueza paisajística espectacular. La planta se ha llenado de hojas de color verde intenso. Pero además de este espectáculo natural, en Bodegas Arzuaga vivimos el mes de agosto con mucha ilusión porque el ciclo de la vid está a punto de llegar un año más a su fin: nos acercamos a la vendimia. Estamos a muy pocos días de alcanzar el momento en el que culminará nuestro trabajo de meses y en el que recogeremos la uva con la que daremos paso a una nueva añada.
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